HÁBLALE A LA ROCA

 

Números 20:6-12

Israel se encontraba en el desierto sin agua así que para saciar su sed Dios le dio instrucciones específicas a Moisés, —Háblale a la roca y saldrá agua de ella —le dijo. Presionado por una nación entera (aproximadamente dos mil personas), contrario a lo que Dios le dijo, Moisés desobedeció y golpeó la roca en lugar de hablarle.

Poco antes de que esto sucediera, Moisés se encontraba en el monte Horeb y una zarza que ardía en fuego le hablaba y esta no se consumía. Era Dios mismo, y en ese momento le dice a Moisés que será él quien liberte a su pueblo Israel pero Moisés atemorizado se excusa diciendo que es tartamudo. Enseguida, Dios le da una vara la cual se transformó en serpiente, convirtió el agua en sangre y dividió el Mar Rojo en dos. 

Todos los días nos enfrentamos a diversas situaciones en las que estamos bajo presión; ya sea en la escuela, en el trabajo, con nuestros hijos o familia y es en ese momento cuando tenemos que decidir qué hacer: Confiar en lo que ya hicimos en el pasado o hacer aquello que Dios nos llama a hacer hoy a través de su Palabra.

Te reto hoy a que hables vida a cada situación. A tu matrimonio, a tus estudios, familia, trabajo, finanzas... ¿Por qué? Porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo(1 Juan 4:4), Manantial de vida es la boca del justo (Prov. 10:11). 

Dios nos llama a hablarle a nuestra situación, y al obedecer la sequía terminará.

Con cariño,
Hanna.

 
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