Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría, que les dé la paz que trae el confiar en Él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza.

Romanos 15:13

Este versículo es lo que Dios ha estado hablando a mi corazón últimamente.

a felicidad por definición hace referencia a un estado de ánimo en el que se encuentra el ser humano, que está sujeto a cambios, que un momento está y en el otro ya fue reemplazado por otro estado de ánimo.

En cambio, el gozo hace referencia a una posición del alma, a una decisión que, aunque las circunstancias cambien, hay una firmeza en esa posición de gozo. Es a partir del gozo que reímos con el que ríe, lloramos con el que llora y consolamos al que lamenta.

Creo que todos estamos más que conscientes de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, estas últimas semanas han sido difíciles a nivel nacional, pero muy probablemente también a nivel personal. No conozco tus circunstancias ni los contextos que estás atravesando el día de hoy, pero puedo decirte que no estás sola, y aunque lo escuchamos muy a menudo, te lo vengo a recordar, ¡No estás sola! Tampoco vengo a decirte que todo está bien, que no llores, que no lamentes, pero si te digo que hay una esperanza, y es a partir de esa esperanza en Jesús que podemos estar llenas y satisfechas, y posicionarnos en una actitud de gozo.

La frase de la Biblia que siempre escuchamos El gozo del Señor es mi fortaleza se hace presente a partir de nuestra debilidad, y como sabemos que Dios se perfecciona en nuestra debilidad, se hace fuerte en nuestra posición más vulnerable; podemos descansar y tener gozo porque cuanto más débiles somos, más fuerte vemos a Jesús y mientras más fuerte vemos a Jesús, más gozo podemos tener.