El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Salmo 91:1
Todo este capitulo está lleno de la bondad y poder de Dios, es un increíble recordatorio de que Él fielmente obra a favor de aquellos que lo aman una y otra vez.
La palabra habita significa tomar residencia de manera permanente. Dios nos recuerda permanecer en su Presencia como un lugar en el cual vivimos. Su Palabra nos dice que si hacemos eso (habitar), tendremos descanso bajo la sombra del Omnipotente. La definición de sombra es un lugar de protección o cobertura que provee alivio directo del sol. Si el sol es severo, la sombra es aquel lugar al cual corremos. Esto ayuda a disminuir ese calor intenso que sentimos en un día asoleado.
¿Te parece que es coincidencia que este versículo sea 9-1-1? Sin importar los problemas que estés enfrentando, Dios es nuestro lugar de refugio al cual podemos correr, Él es nuestro lugar seguro.
Este versículo es un recordatorio de que nunca caminamos solas, especialmente en aquellos momentos de dificultad. Cuando los problemas caen de golpe causando presión en nuestras vidas, puede ser una batalla el simple hecho de continuar. Las presiones y el estrés de la vida pueden llegar a ser como una tarde soleada de verano. Pero aun en esos días, Dios susurra su verdad de una manera clara y firme, “Camina en MI sombra, camina a MI lado.”
Es en ese lugar seguro donde adquirimos confianza porque cuando descansamos en la sombra de Dios, jamás enfrentaremos el calor de las dificultades en su totalidad. Él nos cubre del dolor. Su sombra disminuye lo que realmente sentiríamos estando en la intensidad del calor. Podemos sentir descanso, paz y calma en medio del caos de la vida, y podemos estar seguras de que Él está en control.
En ocasiones, sin la intención de hacerlo, intentamos sobrevivir en nuestras propias fuerzas. Se nos olvida que lo que más necesitamos es la protección y el consuelo de su Presencia, la cual está disponible y es gratuita para todos aquellos que lo aman y que caminan bajo su cobertura.
Oración:
Dios, gracias por tu Presencia. Gracias por tu Sombra poderosa. Gracias porque Tú vas al frente de mí y cuidas también mi espalda. Gracias porque estás conmigo y mi futuro está seguro en el lugar que estás preparándome. Recuérdame día a día tu fuerza, permíteme ver un destello de tu gloria y de tus bendiciones mientras busco tu rostro. Gracias por que hoy puedo descansar bajo tu sombra, sin importar lo que está sucediendo a mi alrededor, y encontrar paz en ti.
Con amor,
