Si en nuestros corazones abundan celos, ira, resentimiento, odio, inmoralidad sexual, mentiras y malos pensamientos entonces nuestra boca será un portavoz de eso, y afectará a los que nos rodean en lugar de edificarlos. Todo esto afecta mucho más nuestra vida que una alergia.
Recuerda que del corazón mana la vida, y si no tenemos vida en nuestro corazón entonces no tenemos nada. Él único que puede darnos vida es Jesús. Él puede hacer que nuestro corazón sea transformado de muerte a vida con su amor.
Y sí, es fácil y a la vez tan complicado entregarle a Él todo nuestro veneno, porque muchas veces este veneno se ha convertido en parte de nuestra identidad. Sentir celos porque alguien que llegó lo hace mejor que tú, sentir resentimiento a alguien que te lastimó, odio hacia la persona que pusieron en el puesto de trabajo que tú querías, mentiras que has guardado en tu corazón por años, una atracción y pensamientos sexuales hacia alguien que no es tu pareja; todo esto y mucho más son pensamientos que tenemos que aprender a soltar, pedir perdón y dejar que Dios trabaje en nosotras para poder vivir una vida llena del amor de Dios.
Hoy quiero animarte a que le entregues a Dios absolutamente todo el veneno que traes en tu corazón, y que dejes que Él haga su obra en ti. No te desanimes si en más de una ocasión le has entregado lo que hay en tu contaminado corazón, recuerda que Dios nos forma como el barro y nos pule día a día hasta terminar siendo una obra de arte única.
Oración:
Dios, el día de hoy te entrego todo lo que ha contaminado mi corazón. Te pido que me quites el corazón de piedra y me des un corazón de carne. Ayúdame a sanar esas mentiras y malos pensamientos que se han arraigado en mí, y que en lugar de hablar muerte, hable vida. Gracias porque sé que Tú estás obrando en mí. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Felices fiestas! 🎄
Con mucho cariño, Yuni Campos. 💛