ENFOCADA

Algunas veces mientras nos dirigimos a un lugar, ya sea al trabajo, a nuestra casa o escuela, vamos pensando en infinidad de cosas o pendientes, escuchando música o cantando tranquilamente, y de repente el tráfico nos detiene. Avanzamos lento y empezamos a preguntarnos qué estará pasando, avanzamos un poco más y nos percatamos que hubo un choque, “¿Quién habrá sido el culpable?, ¿Habrá alguien herido?”, pensamos. Seamos sinceras, incluso al pasar junto al lugar del incidente, avanzamos lentamente para poder ver bien qué pasó sin importar que hagamos aún más lento el tráfico. 


Así mismo es nuestra vida espiritual. Muchas veces nos distraemos con las cosas que pasan a nuestro alrededor. Vemos que los demás se empiezan a enfocar en situaciones, problemas o personas y fácilmente nos dejamos llevar por lo que otros están haciendo. Empezamos a juzgar o criticar a los demás, nos comparamos y perdemos el rumbo, y al igual que al ir al volante, por ir distraídas podemos chocar. Esa distracción y falta de enfoque nos detiene y nos retrasa de llegar a los planes que Dios tiene para nosotras. 

En Proverbios 3:6-7 dice: Busca Su voluntad en todo lo que hagas y Él te mostrará cuál camino tomar. No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Señor y aléjate del mal. No dejemos que cualquier circunstancia en nuestra vida, por pequeña o grande que sea, nos distraiga de lo que Dios tiene preparado para cada una de nosotras. Pidámosle a Dios en oración que regrese nuevamente nuestro enfoque a Él, en su Palabra y sus promesas. En Salmos 40:7-8 nos dice: Entonces dije: Aquí estoy. Como está escrito acerca de mí en las Escrituras: me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón.


Hoy te invito a que te enfoques nuevamente en Dios y que le digas “Aquí estoy, quiero caminar en tu voluntad”. Enfócate, creele y verás su mano obrar en todas las áreas de tu vida. Recuerda que su voluntad y sus tiempos son perfectos.


Con cariño, 

Jessica Martinez

Vino Nuevo